Tantas veces he dicho que no... De algunas me arrepiento. Muchas, con el tiempo, he aprendido a entenderlas. Caminar entre dudas y cavilaciones es la peor tortura que existe, la de la mente y el recuerdo. Imaginar un futuro frustrado por las palabras, los actos y la ausencia. Y si...
Sin embargo, casi estoy segura de que no cambiaría nada. ¿Fue quizá aquella decisión la que me trajo aquí? Hace tanto tiempo de aquello... Qué es la libertad si no reconciliarse con lo pasado. Valientes los que llenos del barro y el polvo del camino, al ocaso conservan aún la esperanza.
A pesar de todo te hecho tanto de menos... Tal vez como las oscuras golondrinas de aquel poema de adolescencia, volverás a anidar cerca las risas y los silencios al murmullo de las olas.