Escuchando al silencio
que no se prodiga en alabanzas banales,
aprendí a querer, a llorar...
Parece obvio,
pero nada importante lo es,
eso o somos ciegos...
Si la vida es sueño, que me pellizquen
o me regalen esperanza
miércoles, 6 de junio de 2012
domingo, 3 de junio de 2012
una tarde de otoño, en un mundo que no existe
Hacia frio, sus manos cansadas se posaron sobre el ventanal,
como queriendo acariciar las nubes.
La miró, tenía los ojos manchados de un rojo tímido que
intentaba disimular con una vaga y esforzada sonrisa.
- Porqué no vas a descansar mi amor? Apenas has dormido en
días. Piensas demasiado, te preocupas de vicio. Al final caerás enferma, me
veré obligado a llamar al médico… ya sabes lo que aborrezco a los médicos.
Se marcó de la habitación, abandonándose en un mundo de desgraciadas
ensoñaciones. No hay salvación, no hay sentido, se repetía.
Al cruzarse con el espejo del pasillo se detiene, observa, y
por primera vez en días una sonrisa sincera y burlona asoma por la comisura de
sus labios.
Se vuelve hacia su marido, que ha salido a observarla desde
la puerta, riendo se acerca y le besa.
- Explícame cariño, llega el invierno, como lo harás para
proteger nuestros campos de las inclemencias del frio.
Hablan durante horas, ella sobretodo escucha y ríe. Que tonta he sido, piensa, perdida en un mundo
que no existe, mientras la vida pasa de largo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Parece mentira que ayer fuese ayer;
el tiempo es extraño,
como si para cada momento
el transcurrir de minutos cambiase;
sesenta segundos...
lo que al principio parecía eterno
para unos ojos cansados no es más
que un fugaz relámpago,
la vida que corre
y se derrama entre los dedos
de una mano arrugada.
Ya se cuela por entre las puertas y ventanas
la luz amarillo pálido que anuncia el otoño,
mientras Tú,
que ya no sientes el dolor del cambio
contemplas en silencio el mundo,
le das sentido a todo,
incluso al tiempo
que a mi, que Te conozco
ya no me parece tan insoportable.
11 de Septiembre de 2007
el tiempo es extraño,
como si para cada momento
el transcurrir de minutos cambiase;
sesenta segundos...
lo que al principio parecía eterno
para unos ojos cansados no es más
que un fugaz relámpago,
la vida que corre
y se derrama entre los dedos
de una mano arrugada.
Ya se cuela por entre las puertas y ventanas
la luz amarillo pálido que anuncia el otoño,
mientras Tú,
que ya no sientes el dolor del cambio
contemplas en silencio el mundo,
le das sentido a todo,
incluso al tiempo
que a mi, que Te conozco
ya no me parece tan insoportable.
11 de Septiembre de 2007