viernes, 4 de septiembre de 2015

Intentos de fuga

Cuando llames a su puerta ten en cuenta que podría estar en casa, abrirte la puerta, dejarte entrar... considera seriamente si lo que te impulsa a llamar es el tedio, el miedo a la soledad de las calles, la curiosidad. ¿Quién eres? ¿Qué es lo que quieres? ¿Donde quieres estar y a qué precio?

Hay cadenas invisibles que nos unen y nos acercan, sabes que están porque a veces arden y asfixian. Por eso decir adiós es doloroso, por eso nos libera.
Parece mentira que ayer fuese ayer;
el tiempo es extraño,
como si para cada momento
el transcurrir de minutos cambiase;
sesenta segundos...
lo que al principio parecía eterno
para unos ojos cansados no es más
que un fugaz relámpago,
la vida que corre
y se derrama entre los dedos
de una mano arrugada.

Ya se cuela por entre las puertas y ventanas
la luz amarillo pálido que anuncia el otoño,
mientras Tú,
que ya no sientes el dolor del cambio
contemplas en silencio el mundo,
le das sentido a todo,
incluso al tiempo
que a mi, que Te conozco
ya no me parece tan insoportable.

11 de Septiembre de 2007