miércoles, 25 de marzo de 2015

haber o no ser

Tenía una cosa que decir,
cientos de canciones para insinuarlo,
miles de formas de ocultarlo entre las risas, la música y nuestras salidas.

Tenia un secreto a voces abrasando en el pecho,
miedo de contarlo,
unas ganas incontenibles de llorar y gemir.

Las palabras para decirlo,
las tenía pensadas, escritas, grabadas muy adentro...
la sangre invisible brotando y yo muriendo de impaciencia.

Un día tuve el valor,
dejé correr las palabras, los miedos, los secretos.
Se desbordaron, incontrolables, libres,
todo lo que había antes desapareció con el torrente.

Ahora ya no tengo nada,
solo dolor...

Parece mentira que ayer fuese ayer;
el tiempo es extraño,
como si para cada momento
el transcurrir de minutos cambiase;
sesenta segundos...
lo que al principio parecía eterno
para unos ojos cansados no es más
que un fugaz relámpago,
la vida que corre
y se derrama entre los dedos
de una mano arrugada.

Ya se cuela por entre las puertas y ventanas
la luz amarillo pálido que anuncia el otoño,
mientras Tú,
que ya no sientes el dolor del cambio
contemplas en silencio el mundo,
le das sentido a todo,
incluso al tiempo
que a mi, que Te conozco
ya no me parece tan insoportable.

11 de Septiembre de 2007