miércoles, 10 de julio de 2013

de cómo nació la sabiduría

La verdad no sabia donde se metía cuando se encontró con el silencio. Se metió en su casa sin pensar,
y estuvieron sin tocarse, callados toda la tarde.

Hasta que el sol se escondió por fin y ella dijo:

- sinceramente

Él no dijo nada.

No es que no quisiera,
                                         es que no podía...

Se besaron.

Desde entonces no han dejado de estar juntos.

Ella aprendió que para ser no hace falta la palabra...

sinceramente, él no aprendió nada...
 



martes, 9 de julio de 2013

Fragmentos

(...) cierren los ojos e imaginen que pudieran adquirir un superpoder, una habilidad sobrenatural que les permitiera distinguirse de la realidad. Cualquiera, no se pongan límites.

¿Ya lo tienen? ¿Qué era? ¿Superfuerza con la que levantar una tonelada de hierro como si fuese un kilo de paja? ¿Supervelocidad y así ahorrase una pasta en gasolina? ¿Invisibilidad para colarse en el vestuario de las chicas? ¿Rayos X en los ojos? ¿Superelasticidad? ¿Telequinesis? ¿Piroquinesis? ¿Teletransporte?
No.
No se engañen.

Era volar.

(...)

(Superman y la necesidad de la fe. Pedro Torrijos)

lunes, 8 de julio de 2013

Empecé a pensar en ti sin saber por qué...

primero de vez en cuando
luego cada día,
cuando no tenía nada que hacer.

Al final ya no podía pensar en otra cosa
cada vez que me levantaba,
mientras trabajaba;
al caminar por las calles venías a mi
a través de algún recuerdo.
Incluso al final del día,
al acostarme,
te quedabas conmigo
habitando mis sueños.

Aunque yo no quisiera,
siempre aparecía algo,
que me llevaba hasta ti:
 una canción, una imagen, una palabra...

Un día me di cuenta de que ya no era casualidad ni capricho,
que era yo la te buscaba,
habitando un espacio-tiempo que poco a poco
había ido llenado de ti.


¿Eres real o solo vives en mi memoria?
¿debería buscarte?

Hacer del caos un arte,
desnudar la memoria,
perseguir el vacío

Quien no juega no gana...



Parece mentira que ayer fuese ayer;
el tiempo es extraño,
como si para cada momento
el transcurrir de minutos cambiase;
sesenta segundos...
lo que al principio parecía eterno
para unos ojos cansados no es más
que un fugaz relámpago,
la vida que corre
y se derrama entre los dedos
de una mano arrugada.

Ya se cuela por entre las puertas y ventanas
la luz amarillo pálido que anuncia el otoño,
mientras Tú,
que ya no sientes el dolor del cambio
contemplas en silencio el mundo,
le das sentido a todo,
incluso al tiempo
que a mi, que Te conozco
ya no me parece tan insoportable.

11 de Septiembre de 2007