jueves, 1 de noviembre de 2007

La ciudad de Barcelona
vive llena de nadas, de sin sentidos.
Amanece cada mañana entre tinieblas;
pero luego el sol se marcha,
le presta su luz a la luna;
y desde una ventana cualquiera,
mejor si uno se encuentra a lo alto
de una de esas colinas que abrazan la ciudad,
más allá de las calles,
de los edificios, del ruido de los coches;
hasta alzar la vista y atravesar el horizonte.
Brillan las estrellas,
el cielo se cubre de grandeza.
Es fácil entonces entender
Que incluso entre las calles
de una gran ciudad como Barcelona
Dios aun no ha muerto.
Su luz, como la de uno de aquellos luceros,
habita los rincones desnudos,
indefensos en la noche,
en una noche cualquiera
del mes de Septiembre

2 comentarios:

ReGiNa dijo...

Què maco! No coneixia aquesta faceta literària teva!!! Enhorabona i endavant, visitaré la teva pàgina més sovint. Actualitzaaa!!

Anónimo dijo...

Qué fuerte me parece todo!!!! Ay, ay, ay, ay... (teóricamente, es un comentario hecho con el acento gracioso-picante que le pondrá carmen alcaide, pero escrito no queda igual).
En fin, que no tenía ni idea que escrivieses un blog de estos, y mucho menos, que...cantases shakira, jejeje

rulings

Parece mentira que ayer fuese ayer;
el tiempo es extraño,
como si para cada momento
el transcurrir de minutos cambiase;
sesenta segundos...
lo que al principio parecía eterno
para unos ojos cansados no es más
que un fugaz relámpago,
la vida que corre
y se derrama entre los dedos
de una mano arrugada.

Ya se cuela por entre las puertas y ventanas
la luz amarillo pálido que anuncia el otoño,
mientras Tú,
que ya no sientes el dolor del cambio
contemplas en silencio el mundo,
le das sentido a todo,
incluso al tiempo
que a mi, que Te conozco
ya no me parece tan insoportable.

11 de Septiembre de 2007